Esta vez, he querido compartir con ustedes, este hermoso escrito que me envió cariñosamente para Navidad, mi querida amiga Silvia Masi ( La Reina), ya que de verdad me llegó muchísimo, pues me identifica en algunos puntos.
Considero que muchos tal vez se identificarán con cada frase, o bien a sus hijos si se lo transmiten les puede servir, porque en el fondo este texto, es casi una “oda” a ser nosotros mismos, y a lograr desarrollar lo que amamos, a desarrollar nuestros dones, aún en contra de todas las corrientes que nos coloca la vida.
Muchos de nosotros , quizàs vimos con mucha tristeza, truncados nuestros sueños, nuestras ganas de desarrollar nuestros estudios con tantos anhelos y espectativas al graduarnos y por motivos del destino, tuvimos que dejar de lado esa meta , para dedicarnos a otro oficio, para poder comer y vivir. A otros trabajos, porque la vida muchas veces nos coloca otras opciones en algùn momento y nos hace postergar nuestros sueños de jòvenes.
Amar lo que hacemos, es parte de nuestro crecimiento personal y espiritual, y por lo mismo nos convierte en personas liberadas y felices de dar a los demás y a los que amamos, sin duda. Lo mejor de nosotros; sin frustraciones futuras.
Alcanzar esto, es quizás encontrar parte de las piezas del puzzle llamado Felicidad, pero que en tantas ocasiones hemos tenido que renunciar.
Espero que lo disfruten, lo mismo que lo disfrutè yo.
Nunca es tarde, para lo que de corazòn queremos.
Encontrar el camino
Encontrar el camino de la vida en tu vida es hallar el corazón de los sueños palpitando desde el fondo del alma. Encontrar una vía, una posible realización de ser uno con el afán, es acercarse a Dios a través de una acción que modificará tu vida y la de los demás.
Todos tenemos ideales y sueños en nuestro espíritu, hemos llegado al mundo con ellos, solo que el mismo sistema de vida actual nos condiciona de tal forma que los sueños muchas veces quedan relegados al arcón de los recuerdos, pues el ritmo de vida imperante en la sociedad actual productiva y materialista nos quita parte del sueño y el ideal.
Se nos venden ideas de éxito a las que no podemos más que aceptar si queremos vivir en una sociedad como la nuestra. Pero siempre hay una puerta abierta, un resquicio de luz se filtra desde los nubarrones del destino incierto en que a veces nos encontramos. Un llamado del alma y una respuesta del corazón. Muchas son las personas que se encuentran de cara a la vida con muchas preguntas y muy pocas respuestas: ¿qué hacer de mi vida? ¿cuál es mi misión? ¿adónde voy? ¿para qué vine a este mundo?...
Sabes?, a veces buscamos las respuestas en lugares equivocados, las buscamos en los rostros de la gente, de la familia, de los amigos, de los personajes de televisión, en la historia y algunos se atreven a soñar y no dejan de hacerlo, buscamos respuestas en las voces autorizadas de personas que quieren nuestro bien, y no está mal oírlas, solo que debes saber algo: Dios ha puesto en tu corazón la respuesta a muchas inquietudes, El ha dejado allí la respuesta a tu vida y tu destino, allí está la marca que señala el camino de tu vida.
Por eso debes consultar con tu corazón y oír los latidos del camino que se abre ante cada paso que das, pues los sueños jalan de tu manga para que los oigas, ellos brillan en tus ojos y son parte de tu ser. Allí está la respuesta esperándote, una caja de ilusión que se abre solo con tu mirada, esa es la clave de tu vida. Esa es la llave de tus sueños.
Seguro tendrás aficiones y aptitudes para muchas cosas, pero habrá algunas que las harás maravillosamente bien, cuando las haces, las personas que te rodean quedan por un momento encantadas de verte o de percibir tus acciones, tus logros, tu natural don.
Habrá quienes digan: "es muy lindo lo que dice o hace, pero eso no produce dinero, ni mantiene un hogar" "no tiene futuro". ¡ No le creas ! Porque allí está tu don, tu virtud y tus sueños desplegando sus alitas. Allí está naciendo el camino de tu vida, la misión que deberás llevar a cabo. Si le haces caso y sopesas con la razón y la lógica aprendida estarás acordando con el resto de las personas una misión impuesta y adquirida, si eso no es tu sueño y tu voluntad, podrás hacerlo bien, pero allí no está tu misión.
No está mal que elijas la profesión que siempre soñaron tus padres, pero ¿también lo has elegido tu? si respondes que sí, entonces está todo bien y no necesitas de estas palabras, pero si respondes que no, que fue una convención familiar o tradicional o por una ventaja futura en la calidad de vida nada más, entonces no estás cumpliendo con tu espíritu y tus sueños. Estás dejando para un eterno después lo que solo podrás hacer ahora.
Si todos tienen un don, una virtud celeste en su interior, es posible llevarla a la realidad. Dios no te pondrá misiones que no podrás cumplir, por muy costosas que sean, por muy largas que parezcan, en algún momento se cumplirán, en algún tiempo te darán sus frutos y podrás compartir con tus seres más amados y con aquellos que en ti confiaron, un momento de felicidad, los laureles de la victoria que solo logra el que confió y supo hacer su camino con sus pasos, no esperó que primero se trazara el sendero, lo hizo.
Haz de tu vocación, tu profesión. Haz de tu imaginación, tu máquina de crear, haz de tu vida, la luz del camino y haz el camino al mover tus pasos hacia la plenitud.
Dios no espera que sepas copiarte bien de los demás, si lo deseas puedes hacer lo mismo que hizo aquel prócer, artista, navegante o profesor, pero mejóralo, re-crealo, hazlo nuevamente y en lo posible, en la genuinidad de tu vida haz algo nuevo.
Vive tus sueños! No te dejes vencer. Ámate y déjate amar. Derrama amor en lo que haces y pronto surgirá en ti el espíritu que Dios selló en tu corazón, se te abrirán las puertas del éxito y tu vida será un faro para otros que no encuentran el sentido del destino, serás un foco de luz que brilla en la oscuridad.
Miguel Angel Arcel