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viernes, febrero 29, 2008


¿Acaso, el “alma gemela” existe?

Quizás cuántas han sido las veces que hombres y mujeres nos hemos hecho esta pregunta...bien, entonces descubrámoslos.


Esa persona que nos va a comprender, que va a asimilar lo que somos y sentimos exactamente como deseamos, realmente existe?

Una de las grandes misiones que tenemos como humanos es encontrar a esa otra parte que es de nosotros y a la cual, a su vez, pertenecemos, porque el alma gemela es uno de los factores que más ayuda a los seres del universo para su evolución.

La existencia de una energía complementaria es una realidad que no debe ser considerada como un producto de los cuentos de hadas o de la literatura femenina, porque no lo es. Efectivamente existe.

¿Cuántos de nosotros no hemos sentido un vacío o una necesidad de encontrar "algo"?

Es una nostalgia que se experimenta en nuestro espíritu que nos dice que necesitamos unirnos a esa otra mitad para funcionar con toda la fuerza con la que fuimos creados desde un principio.

Es necesario que al menos tengamos la conciencia de que en algún lugar del planeta o del universo existe ese ser que nos hará vibrar, que nos está esperando, nos está amando como somos y, que al igual que nosotros, anhela nuestra presencia.

Tenemos que poseer esa claridad en nuestro corazón: somos dos seres que antes eran uno sólo y debemos lograr esa reunión para alcanzar la felicidad que todos merecemos gozar.

Por ello, los Maestros de Sabiduría siempre enfatizan que es muy importante que sepamos esto, porque a partir de que seamos capaces de hallar a ese complemento tendremos la fuerza necesaria para luchar contra todo lo que debemos de sacar de nuestra vida y así transformarnos en seres que únicamente buscan la felicidad y el amor.

Si nosotros desde un principio de la humanidad hubiéramos buscado a esa persona para solamente celebrar uniones con el ser adecuado, este mundo sería completamente diferente porque los hijos de esas parejas serían seres muy equilibrados, con un nivel muy alto de evolución.

Esto es porque cuando se nace en parejas que no son las adecuadas, los hijos llegan ya con muchos problemas emocionales y físicos, que por lo general son debidos a que sus padres no comparten una misma energía y ellos no pueden asimilar esto en sus cuerpos.

¿Cómo seríamos capaces de reconocerla?

El saber con claridad que estamos frente a la persona que tanto hemos esperado es algo que sólo nuestro corazón nos dirá, por lo que únicamente debemos de escucharlo a él

Pero, debemos saber que todos podemos tener enamoramientos, atracción o asimilamiento de energías y, como nuestra mente es demasiado hábil, con una sensación de paz o algo confortable el cerebro nos puede mandar muchas órdenes o reflejos que nos hagan sentir que realmente esa persona es nuestra “alma gemela”, aunque no lo sea.

En cambio, cuando realmente estamos vecinos al verdadero amor, se experimenta una reacción que nunca hemos sentido con ninguna otra persona.

Algunos de los síntomas son, que nos podemos sentir incómodos, extraños, ya que estamos dando pié a una vibración demasiado alta, por lo que al mismo tiempo experimentamos una sensación muy especial.

Todo esto puede pasar aun cuando no hayamos visto a esa persona, razón por la cual siempre debemos de indagar a qué se deben nuestros momentos de inquietud y si vemos a alguien que nos llame la atención, entonces es hora de acercarnos.

Sobre todo porque hay gente que no ha logrado asimilar esa energía y no han querido investigar qué es lo que han sentido y han dejado ir a su homónimo, sin haberla olvidado nunca, pero no tenían esa conciencia de que tenían que provocar un encuentro.

Es importante estar atento ante estas emociones, porque podemos sentirnos muy atraídos hacia alguien, pero siempre será el mismo tipo de enamoramiento; eso quiere decir que es un sentimiento conocido y que no es la persona adecuada.

Con el verdadero amor todo sentimiento será muy diferente a los que hayamos vivido antes.

Desde la creación el querer entender por qué de una sola alma partieron dos seres, es como querer comprender cómo fue la creación del universo.

Esto es algo que tu corazón entiende muy bien y lo asimila perfectamente, pero que quizás es difícil que tu mente lo entienda.

Los Maestros lo explican así: cuando fuimos creados como seres, éramos una sola energía pura que fue generando dentro de ella, en lo más profundo y puro de su centro, su corazón, una nueva energía. Pero para crearla tuvo que dividir su corazón y convertirse en dos seres con diferentes personalidades.

Es por eso que se trata de una misma energía que por una necesidad de amor, de tener otra parte similar que le diera todo el cobijo que como almas necesitamos, decidió dividirse en dos.

Entonces, cada uno de esos seres se fue por diferentes caminos de evolución, hasta que llegado el momento se tienen que volver a reencontrar.


La grandiosidad del encuentro

Algunos consideran que el alma gemela puede ser una persona que es muy afín a nosotros, en un plano amistoso, pero no es así.

El alma gemela es solamente esa persona que te corresponde con el amor sublime que se genera en la pareja.

Es una de las cosas que los que estudian, tienen mucho interés en que sepamos, que realmente todos tenemos otra parte que debemos que encontrar como parte de nuestra misión.

Lo más bello de ese reencuentro es que desde el momento en que se juntan ,se crea una energía grandísima.

Ésta sólo se genera cuando nos unimos por fin con nuestro complemento, con esa otra fuerza que nos corresponde para lograr el equilibrio en todos los aspectos, tanto físico como espiritual.

Dicha enseñanza se nos ha dado en la Tierra desde la antigüedad a través de varios Maestros, fue entonces como nació la historia de Adán y Eva, que es una alegoría de las almas gemelas.

Ella nos habla que Dios creó a Adán, quien por su misma necesidad de tener una compañera le pidió que le diera otro ser parecido a él para que lo amara.
Así hizo a la mujer, pero tomándola del mismo cuerpo o energía de Adán.

Ésta fue una de las formas en que los Maestros nos dijeron desde el principio de la creación que existían seres que se dividieron y uno a otro se crearon para ser dos humanos con diferente esencia, pero que partían de una misma energía.

La realidad

En la realidad del alma gemela uno de los temas que más nos cautivan es el relativo a la otra parte de nuestro ser, porque es algo que nos hace soñar e imaginar una felicidad que todos merecemos tener

El amor es lo que nos hace vivir, reír y bendecir lo que nos rodea, es por eso que todos los seres deseamos experimentarlo en todas sus manifestaciones, entre ellas como amor de pareja.

En todo el universo es igual, cada alma tiene su contraparte que lo hace sentirse completa y que la hace vibrar con sentimientos indescriptibles.

Todos nosotros, sin excepción, tenemos a ese alguien que nos espera, pero es muy importante que sepamos que nadie nos podrá decir dónde está o quién es. Ésa es una misión que sólo nuestro corazón puede cumplir, sólo él podrá respondernos si esa persona que nos ha enamorado es en realidad nuestra otra mitad.

Cuando sintamos esta incertidumbre, lo mejor es hablarlo con nosotros mismos y con nuestro ángel, el cual nos puede ayudar a encontrar la respuesta. Es la única manera en que podremos dejar que fluya de nuestro ser la certeza de si es un sentimiento ya experimentado o si se trata del gran, único y verdadero amor.

A continuación presentamos algunas de las preguntas que se han derivado de este tema :

¿Puede ser que mi alma gemela viva en otra ciudad o país?

Si, porque por lo general las almas gemelas nacen muy lejos una de la otra, geográficamente hablando. Esto es porque al momento de nacer así lo deciden para hacer que esa unión sea más especial.
El motivo es que esperan poder unirse de nuevo ya que cada uno de ellos tenga concretada su evolución por separado.

Así, sucederá que solamente se encontrarán en el momento en que los caminos y la energía misma los junten. Por ello, es importante recordar que casi nunca estará cerca de ti, que por lo general vivirá en otro sitio y por algunas circunstancias sus vidas se cruzarán, cuando así sea necesario.

¿Qué ocurre si uno ya está casado, tiene su familia y de pronto se encuentra con su otra mitad?


Cuando una persona que ya está casada y tiene formada su familia y encuentra a su similar, a partir de ese momento esa persona cambia, jamás será igual.
Si tú te encontraste a tu alma gemela y estás casado, quieres a tu pareja, y tiene hijos, pero te topas con esa persona, tu energía cambiará de inmediato. Todo en ti se transforma. Y no es necesario que tengan contacto físico, porque de cualquier forma se hacer esa unión.

Tu alma gemela se puede ir, pero tú serás otro, cambia tu manera de pensar, de sentir. Sobre todo, si asimilaste quién era en realidad, ya no vas a poder ser feliz en tu casa. Pero el siguiente paso es una decisión que sólo a ti te corresponde. Tienes que saber qué tienes qué hacer, ¿quedarte en tu casa o iniciar tu nuevo camino?

Qué difícil,no?

Cuando uno tiene hijos piensa que es mejor renunciar al verdadero amor por ellos, pero cuando los padres están unidos y no hay ese gran amor, y a eso se le suma que la convivencia no es buena, se puede dañar la vida de los hijos.

Puedes creer que les estás dando un buen ejemplo a tus hijos, que quieres a tu pareja y aparentemente estás bien, pero hay algo más, una educación que va más allá y que también se le da a los hijos, que es tu felicidad, tu ser interno. Eso los forma más que las apariencias.

Por eso es tan importante meditar muy bien antes de casarnos, hacerlo sólo si estamos seguros de corazón de que estamos por casarnos con nuestra verdadera alma gemela. De lo contrario, es mejor seguir pidiendo que llegue a nuestra vida y ser pacientes.

¿El alma gemela siempre corresponde al sexo opuesto?

Puede ser, aunque quizás tú como mujer pienses que será un hombre, podría ser otra mujer o viceversa. Aunque esto sólo sería así ,si en tu esencia ya has contemplado de algún modo la posibilidad de que así sea.

Tenemos que tener muy claro que "alma gemela" no significa sólo hombre-mujer, no. Es un tema muy delicado, pero también muy importante, que los Maestros están muy interesados en que entendamos: sabemos que somos dos sexos generalmente,pero claro está que en la sociedad en que vivimos y muchas anteriores , también hubieron y hay un tercero que serían: hombre, mujer y triada, que es la unión de los tres sexos.

Que obviamente hay que aceptar porque también son seres humanos como todos nosotros.
Por ello es que el triada hombre tendrá como alma gemela a un hombre, si su destino y Dios así se lo puso, igual que la mujer triada. Todos desde que nacemos ya tenemos la definición de quién es nuestra alma gemela y cuál será su sexo.

En cualquier caso, siempre partiremos de que será la persona que nos corresponde, que será perfecta e ideal para nosotros.

Por lo mismo, si tenemos la suerte de encontrar esa otra mitad, seguro que habremos encontrado, al cielo, a Dios y a la felicidad completa.

Sacado de Fundación Sabiduría del Corazón

domingo, febrero 17, 2008







ENVIDIA: una enfermedad que debe ser erradicada








Desde que era niña, mis padres me explicaban que en nuestra vida, siempre nos encontraremos con distintos tipos de personas, ya sean amables, buenas, desinteresadas, amorosas, frías, y también las opuestas como amargadas, de malos sentimientos, envidiosas, mentirosas, en fin...etc. y hay que saber afrontar a cada una de ellas, sobre todo a las que en algún momento nos van a querer perjudicar.

Una a cierta edad no entiende, es más no cree que eso sucederá, pues siempre se tiene un pensamiento limpio de las personas.
Pero a medida que se va creciendo y teniendo responsabilidades de todo tipo, nos damos cuenta que lo que algún día parecía difícil de entender, ahora lo conocemos, vivimos y entendemos perfectamente.
Ante lo malo, muchas veces no sabemos reaccionar, por nuestra manera de ser, porque jamás pensamos algo así, o simplemente porque esa mala manera está tan lejos de nosotros, de como somos, que la dejamos pasar.

Y es aquí, donde creo que nos equivocamos.
Creo que siempre de buena manera se arreglan las cosas, siempre y cuando haya comunicación y se esté dispuesto a ser más humildes y aceptar la equivocación o la mala actitud.

Tal es el caso de uno de los nefastos males que cada día carcomen , oxidan y contaminan a nuestro mundo, como es la llamada
Envidia.

Envidia, por un vestido, envidia, por poseer algo que el otro no tiene, envidia por tener una pareja, envidia por hacer un buen trabajo, envidia por vivir en felicidad, envidia por ver que el otro sea más bello que uno, es decir, envidia por todo!!!

Envidia por no querer aceptar que el otro sea “mejor” que nosotros o más capaz en algunos aspectos.
Y ahora una pregunta...es que acaso no se dan cuenta que mientras más envidia acumulen , irremediablemente se están hundiendo en su propio pozo y lo reflejarán en su rostro y en su alma?

Con lástima digo que son personas en que su vida no posee ningún color, que el arco iris se viste en gama de grises, que nada las alegra, que nada las conmueve, que el éxito o la prosperidad del otro las carcome, que nada las hace vivir, que se llevan los minutos más valiosos de nuestra corta existencia, pensando hacer un mal al otro con tal según su pequeña mente, por egoísmos , por sentirse ganadores y lo más contradictorio de todo es que en vez de ganar, están perdiendo, primero parte de su valiosa vida, pudriendo su alma y convirtiéndose en personas que a la larga se quedarán más solas de lo que ya están ,por ser indeseadas.

Su autoestima casi no existe y generalmente se ayudan de otros iguales a ellos para lograr sus más oscuros planes.

Tal es el dicho que dice:" Dios los crea y el diablo los junta”, obviamente tienen que ser aliados de su misma naturaleza, sino estás fuera del grupo.

Muchos utilizan las armas de la manipulación, de hacernos sentir que son nuestros mejores amigos y muy sutilmente van inyectándonos su veneno para que nos sintamos culpables de algo que nunca hicimos, o bien tirarnos para abajo un proyecto, un viaje, indisponiéndonos con los demás, que .no nos convendrá porque no nos irá bien ufff!!...nos paralizan.

La envidia ensucia, desilusiona, paraliza, pudre, pero lo peor...Mata.

Ahora , estamos dispuestos con nuestra mejor manera en alejarnos de ellos?
Bueno, yo creo que si, sin duda alguna.
Y creo que nuestras mejores “armas” serían la indiferencia, y la humildad.

Indiferentes a no seguir su juegos, sus falsos consejos, a no tomar en cuenta una agresión sin motivo, a no darles el gusto en contestar siquiera dos palabras de sus calumnias, pues realmente la indiferencia, ufff!!! como duele.

Ahora si lo hacemos por medio de la humildad, es un “arma” más fuerte aún, pues nos hace llenarnos de sabiduría y bondad, nos hace determinar con justo criterio para cuando parar esa mala situación, ese desengaño tan grande con alguien que creíamos tan cercano o bien que aparentemente ,deseaba lo mejor para nosotros.

Apoyarnos en Dios, para los que creen, aumenta más nuestra inmunidad al mal.
Aprender a contar hasta tres , respirar y oxigenar nuestros pulmones lo más posible, porque la humildad en el hombre ennoblece , engrandece y da lecciones de vida.

Conformarnos con lo que tenemos porque acá no valen las cosas materiales, sino las que nos hacen más humanos, las que nos permiten vibrar, las que nos permiten sentirnos vivos, la naturaleza, un conversación interesante y con alturas de mira, las que nos permiten dar gracias cada mañana por un día más de vida, las que nos permiten dar felicidad a los demás y por lo mismo nos será retribuida cuando menos lo esperemos, pero si siempre estamos anhelando lo que el otro es o tiene, lo que el otro alcanzó o ganó. Creo que ahí, desde ya estamos quedando vacíos ,solos y sin saber vivir.
Que triste no?

Alegrarnos por tener un hogar donde llegar, alguien a quién darle un beso, a tener que comer cada día, a vivir en armonía con el vecino, con el compañero de trabajo, etc .Muchas cosas importantísimas más...por tener Vida!

El buen camino y el más grande va por lograr ser humildes y ser felices con lo que tenemos y aceptar y desear lo mejor para el otro, pues en algún momento también seremos privilegiados por nuestras obras y premiados, tal vez no en cosas materiales, pero si en cosas trascendentales que son las que realmente importan para mejorar este mundo enfermo.

Dios siempre estará con los sencillos de alma , con los servidores, con los bondadosos, con los piadosos, con los caídos y sobre todo con los humildes.

Por lo que puedo concluir que, mientras nos alejemos de la toxicidad de la envidia , siendo indiferentes y sobre todo humildes, nos crearemos nuestra propia coraza para lanzar lejos a los insanos.... a los envidiosos.

Vivamos de lo sencillo que poseemos y de lo mucho que somos capaces de entregar a manos llenas con sencillez, de seguro seremos cada día más felices y estaremos rodeados de muchísima gente buena.



Texto que nació, en base a un hecho puntual indeseado, que he leído en el blogg de una cariñosa amiga.
Los que la leen y la frecuentan, sabrán a quién me refiero...

sábado, febrero 09, 2008



Nuestros besos...besos de mujer


Con cada beso, iluminamos un alma.

En un determinado momento, me senté tranquilamente a escribir frente al computador y casi sin querer me vino el recuerdo de un aroma de perfume varonil, que me trajo la brisa del atardecer santiaguino, que me hizo recordar el incentivo de besar al hombre que amaba, cuando olía ese aroma tan particular en su camisa.
E inmediatamente me puse a pensar cuantos besos , besitos, besotes , de todos tipos que damos nosotras las mujeres cuando nos sentimos queridas y sobre todo cuando queremos.

En nuestros labios está la miel más dulce recién sacada del panal y el más fresco manantial de amor que encanta por nuestra tan propia sutileza femenina.

Cada beso que entregamos , concentra toda la ternura, toda la pasión, todo lo que llevamos dentro y que queremos entregar a manos abiertas.
Es increíble que con uno solo de nuestros besos ,podamos transmitir tantas sensaciones en el otro, como un mágico oasis de ternura, derramando la paz, la alegría y las más puras de nuestras sensibilidades.

¿“Que la mujer es la obra perfecta de Dios”,?... no sé, eso dejémoselos a los hombres o a los pensadores, pero lo que si no me cabe duda, es que cada mujer entrega todo a su manera cuando está enamorada, sin límites y sin peros, y los prodigios que logra con su presencia no se comparan con nada, ya que su entusiasmo es inmenso y cada cosa que hace para el bien del otro y de los demás, sobre todo si se tiene un hogar, siempre lo hará con lo mejor que emane de su corazón.

En forma natural porque para eso fue creada, conquista el mundo con sólo una dulce mirada, belleza, porque toda mujer es bella; gestos, detalles, sonrisas, creaciones, dedicación, intuición, por su poder de convicción en muchas cosas, entusiasmo ilimitado, inteligencia y su innata sabiduría, aunque a veces no creamos que somos capaces de todo esto y más.

Seguridad en muchos casos y si no, nos la arreglamos de alguna manera para salir de donde estamos atajadas en ocasiones . Nuestra iniciativa, nuestra personalidad avasalladora, normal o tímida, cualquiera según la personalidad de cada una.

Pero a parte de todo lo anterior , lo que más me anima a manifestar que somos capaces de mover y cambiar al mundo, es con sólo dar un beso, pues derraman la expresión más infinita de lo que es querer y sin duda, es lo que más necesita nuestro mundo hoy; mucho amor.

Quizás hayan mil maneras de besar, y sólo nosotras tenemos nuestra propia fórmula, según la manera de ser de cada una, pero si pensamos bien a fondo nos daremos cuenta que llenan de las nutrientes más ricas y sin dudar son caricias de terciopelo para el alma de quien los recibe.

Ufff! ¿qué haríamos sin los besos?
Creo que todo sería de distinto color, aunque suene casi incomprensible, pero estoy convencida que hasta el alma más dura, se ablanda de a poquito con sólo un beso de nuestros labios.

Es algo tan natural, que tal vez nunca nos hemos detenido a pensar la magnitud que tiene el entregarlo, son verdaderas pócimas para aliviar penas, dolores del alma, y del cuerpo, dar ánimo, entregar a través de ellos al que los recibe en silencio, la compañía, comprensión, pasión, apoyo más grande que pudiéramos sentir.

Reparan , alivian, y engrandecen todo lo que tocan, son sin duda los elixires que todo ser necesita recibir.
Son realmente una terapia. Sentir un beso, hace sentir que podemos remediar alguna situación, un corazón enfermo y una mente atrofiada, ¿qué mejor terapia que dar muchos besos?
Son bendiciones, pequeños querubines húmedos y tibios.
Fuentes de inspiración, de ilusión , de fantasía, de idolatría, de piedad, de lo más puro.

Sabemos y estamos muy concientes de lo que guardamos en nuestros labios y todo lo que provocan al contacto con la piel, por lo que solamente va a ser nuestra alma la encargada de indicarnos claramente a quién, de qué manera, intensidad, o momento y por qué lo entregaremos con todo nuestro amor de mujer.

Besos y más besos, dulces, fraternales, desestresantes, cálidos, intensos, suaves, tiernos, apasionados , lujuriosos, ufff!! son interminables. Y todo va a depender de lo que queramos provocar y en quién y donde los queramos colocar, eso es muy importante.

¿Y qué dirán los hombres a todo esto?, pues me atrevo a decir que les encantan!!!!
Y si la atracción es recíproca, ohhh!!! ahí si que entramos derechito a tierra derecha, al romance, a lo electrizante, a lo que llamamos amor.

Ahí se transforman en verdaderas llamaradas de pasión, de seducción intensa que quitan el aliento hasta el hombre más “poderoso” jajajaja
En resumen, puedo concluir, que según mi experiencia y lo que he leído, que los besos de una mujer enamorada mueven montañas.

La magia y el misticismo que le agregamos según la ocasión , nos hace ser las más deseadas hechiceras, pero con sólo nuestros labios, que encienden los fuegos más sagrados del hombre a quien amamos.

Los llevamos a las cumbres más altas y los dejamos sobre el altar que allí yace, para posarnos sobre él y dejar que nuestros besos hagan lo suyo por donde quieran y así a través de ellos, entrar despacito en su alma y quién lo dijera...con sólo un beso nuestro; un beso de mujer.