CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

lunes, octubre 19, 2009

Un futuro que nos inquieta;

un pasado que nos aprisiona


...razón por la cual, tantas veces se nos escapa el presente...




"Lo pasado ha huido, lo que esperas está ausente, pero el presente es tuyo"
(Proverbio árabe)


Empezamos a apreciar la vida en el momento sin duda,
en que nos damos cuenta de que no estamos viviendo, de que no estamos respirando, de que no estamos mirando a nuestro alrededor, de que las horas pasan tan ligeras como corrientes, de que no estamos siendo libres, sino que estamos algo así como muriendo, atrapados en lo que nos hemos construído.

Es parte de nosotros.
Parte de la naturaleza que nos ha hecho egoístas,
humanos y débiles.

Nuestro cuerpo es un cascarón que esconde nuestro secreto más profundo:
la fragilidad del alma.

Y, ¿qué pensamos de la Inmortalidad?

Somos demasiado débiles para eso.

Nos falta esa fuerza en el espíritu,
para conseguir cerrar un círculo que ni siquiera podemos ver.

Intentamos hacer reales los deseos que ni siquiera entendemos, ni queremos descifrar...

Desear... tocar las estrellas.
Soñar... con el aroma del infinito.
Sentir... el placer de la imperfección.
Amar... el silencio de las sombras.
Rozar... los labios de la muerte.
Ser... desear, soñar, amar.

Sentir, es revivir un poco al grito de la inocencia que desgarra cada sueño de nuestro presente, cada deseo envuelto en cenizas,
cada ilusión encerrada en seda.

Para poder vivir tal y como nos sentimos, necesitamos pasar cada momento de nuestras vida como si fuese el último, que se nos ha regalado.

Arrastrar nuestros sueños y objetivos del futuro al presente,
cogerlos con las manos desnudas e introducirlos dentro de nuestros cuerpos vivientes.

Tirar de la cuerda del destino en dirección contraria...¿por qué no, si somos constructores de él también?

No confiarnos en el tiempo, no confiarnos en la inmortalidad.
No confiarnos de un futuro que aún ni siquiera nace y que tampoco se hace tangible ante nuestros ojos.

Vivir el presente sin remordimientos, sin el manual de lo que vendrá y...

Correr cuando debamos andar.
Saltar cuando debamos correr.
y volar cuando debamos saltar.

El pasado duerme ya; el futuro aún no respira.
¡Sólo hay una vida acá en la Tierra, y el momento es hoy para que podamos vivirla!

Agualuna


jueves, octubre 08, 2009

La Inocencia no basta



"La vida humana debe ser respetada y protegida de manera absoluta desde el momento de la concepción. Desde el primer momento de su existencia, el ser humano debe ver reconocidos sus derechos de persona, entre los cuales está el derecho inviolable de todo ser inocente a la vida".
(Juan Pablo II)


Se ha perdido el respeto por todo y por todos, siendo que llegamos a este mundo para vivir en libertad, para vivir en comunidad, sin dolores provocados por la retorcida parte de la mente del hombre.



Para ser culpable hay que cometer un acto que te convierta en ello, al menos un pensamiento, una idea...

Inocente se determina a quién no tiene culpa, a quién no está enterado de lo que sucede o a quién no se le ha demostrado lo contrario, pero ¿qué sucede cuándo ser inocente no basta?
¿Cómo explicarnos una situación en donde los inocentes terminan por ser los más castigados?

Con tristeza reconozco que mi pregunta no tiene respuesta.
Miro las noticias y a diario me topo con la información de que una guerra ha cobrado miles de muertos, que miles de personas son denigradas y perseguidas, atormentadas, con lágrimas imparables en los ojos.
Que ya no se mata con un golpe, sino con un revolver o una bomba...

Y mi alma suspira...

El sufrimiento reflejado en sus rostros, y peor aún, niños; niños llorando al ver como cae muerto su padre .Cómo violan y maltratan a su madre, a sus hermanos, a ellos mismos.
Cómo le arrebatan su mundo, su inocencia, su niñez, su alegría.

Y con esto compruebo que ser inocente no basta.
Ser inocente no te hace inmune a los momentos fríos, al terror, a las ambiciones humanas.

Ser inocente no quita de tu vida la opción de quedar marcado por un momento tan trágico.
Niños vagando en busca de una explicación... en busca de una razón para tanto sufrimiento, con el rostro abatido, las heridas quemando su piel.
Ángeles que Dios mandó al mundo sufriendo por la maldad de la gente mayor.

En la biblia, se les llama “Joyas del Salvador”, y hoy, esas mismas joyas no representan el valor que verdaderamente tienen.

Lágrimas injustas derramadas en sus pequeños rostros, marcados de dolor y sufrimiento. Seres humanos inocentes, pagando el precio injusto de su doloroso e injusto destino.

¿Por qué?

Porque el mal , ¿puede más? No, me resisto!

¿Acaso ser inocente no basta?

¿Por qué?...

El mundo ya no es un lugar seguro como debería de ser, como nos fue regalado.
Nuestros niños no pueden mirar con ilusión el mañana.
Y esto más aún lo abona, cada noticia en la televisión funesta.
Y, ¿dónde quedan las buenas? Esas silenciosas. Esas que trabajan como hormigas sin parar. Esas que ayudan, que salvan, que dan vida.

Es que lo malo es lo que vende, da rating, con esa mentalidad morbosa de grandes canales, hambrientos de audiencia que prefieren llenarnos de horribles imágenes, en vez de mostrar la otra cara de la moneda también.

¿En qué se ha convertido el hombre? ¿En un animal? Pues, no!! Ni siquiera en eso encaja. Porque hasta los animales se protegen entre ellos y no matan a sus crías, ni tampoco entre ellos por odio, por ambición o cualquier deseo negativo.

Ya no sé dónde clasificar al hombre...

¿Cómo puede esto suceder?

Estas y muchas cosas más, corren por mi mente cuando analizo la vida de esas pequeñas criaturas, cuando me topo con la respuesta de que la inocencia, tan diáfana, tan inmaculada...no basta.


Agualuna