CLICK HERE FOR BLOGGER TEMPLATES AND MYSPACE LAYOUTS »

miércoles, abril 30, 2008


El perdón: un don perfecto

“A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho”
Jacinto Benavente (Dramaturgo español).


La noción de Perdón para el hombre espiritual en general, particularmente para el cristiano, supera la estricta justicia humana y participa del exceso de Dios que es Don.
Don y Perdón son próximos, no solo por su etimología sino por su contenido, ambos pertenecen al orden de intercambio gratuito.

Dar, no es meramente prestar . No se da por obligación.
Perdonar, no es meramente dejar sin efecto una deuda . No se perdona a la fuerza.
Dar y Perdonar pertenecen al orden del corazón , y trasciende la mera racionalidad de las relaciones humanas
.


Generalmente nos encontramos a diario con situaciones en las cuales la interacción de las personas con sus pares, provocan alguna herida, aunque sea sin premeditación.
A la vez, esta situación provoca en quien la recibió un estado adverso, a quien se la produjo, lo que interiormente no es bueno para ninguno de los dos.

En vez de dejarnos guiar por la ira , por el resentimiento o por cualquier sentimiento que provoque un daño y nos entregáramos a la razón, analizando la situación vivida objetivamente, sin nuestro ego como abogado defensor, de seguro que la reacción que hubiéramos tenido en ese momento como respuesta a esa agresión que recibimos, sería muy diferente, comprendiendo la razón que tuvo la otra persona para herirnos o comportarse de mala manera.

Seguramente nos parecerá totalmente irracional la conducta de la otra persona , y no alcanzamos a ver e identificar, la situación exacta que provocó todo el problema, pero como nuestra razón en esos momentos se comporta limitadamente , no alcanza a recordar que en algún instante vivido, también nos encontramos con una situación similar.

La importancia de tomar conciencia acerca de los sentimientos y las emociones que mantenemos guardadas por mucho tiempo hacia ciertas personas inconscientemente, purs no nos hará progresar en este tipo de situaciones, ya que estaremos albergando algún rencor de tiempo.

Ahora nos ponemos a pensar en esos momentos tranquilamente que : no será que en cierta manera nos está devolviendo lo que en algún momento le hicimos y que también lo hirió?

Creo que no, pues con la sangre caliente nos volvemos irracionales y en vez de propiciar con humildad un “perdón” , entrando a una posición armónica y entender la molestia del otro por algo pasado que nosotros mismos provocamos, nos alejamos ,propiciando otra vez este círculo vicioso que en definitiva no nos conduce a nada, sino a empeorar las cosas y acumular más rencores , esperando el momento adecuado para atacar otra vez.

Tal como el dicho: “tú me la haces, tú me la pagas”

Pensando a conciencia , viendo con objetividad y más tranquilos, que lo que estamos sintiendo nos pareció una ofensa, es simple y sencillamente una demostración hacia nosotros no de odio o rabia, sino ,todo lo contrario, un llamado desesperado para que le demos atención y un poco de afecto, porque lo necesita con urgencia y no encuentra otra manera de expresarlo, por lo que hiere; haría mejorar todo.

Creo a mi manera de pensar, que si lo vemos tal cual es , se nos facilitará apoyarle, comprenderle, ayudarle y hacerle ver como son las cosas en realidad, para que se olvide el mal pasar en forma rápida y sin culpas, concluyendo, cuánto nos hubiéramos evitado, si hubiéramos comprendido a tiempo y comportado en forma armónica con nuestros pares.

Es verdad , no somos perfectos, todo lo contrario, pero tenemos una mente , a la cual a veces no le damos la función exacta que debería tener, anteponiendo las emociones, que lo único que hacen es despecharnos.

También es bueno tener en cuenta si se da así el caso, que a lo mejor esa persona con la cual tuvimos el problema no es tan ajena a nosotros, sino que es aquella con la que hemos compartido un millón de cosas a lo largo de nuestra vida, que nos ha dado su fuerza, que nos ha comprendido en los peores momentos, con quien tenemos un sin fin de afinidades y que como dato no menor , nos conoce muy bien.

Considero por experiencia, que tomando en consideración todas estas cosas, será mucho más conciliador todo y facilitará disculpar la ofensa que se nos dio, aunque haya sido muy dolorosa y hayan quedado esquirlas, pues habremos descubierto por qué reaccionó así , también poniéndonos del otro lado y sentir lo que estaba pasando y sintiendo.
A la vez mirarnos en un espejo y concluir que no somos perfectos, tomarnos de la mano, no anteponiendo las emociones y las sensibilidades, que lo único que hacen es sentirnos más heridos y empeorar las cosas.

Todos tenemos derecho a equivocarnos, pero también a enmendar.
No hay mal, sin bien.

El perdonar es un don, y más que eso, a veces es un placer infinito, en donde nuestra alma y conciencia quedan en paz ;donde se comienza a degustar un sabor dulcemente acaramelado, pues nos estamos acercando queramos o no, a ese lugar fabuloso que es el Cielo.

Es una facultad divina, pero aunque provenga de ahí, nosotros como seres humanos creados con amor y con todos los dones que nos fueron concedidos, y a pesar de lo defectuosos que seamos, podemos, claro que sí, disculparnos y perdonarnos como corresponde los unos a los otros , con quién sea, ya que será la única manera de soltar todo eso que envenena y que no nos deja vivir, aunque digamos de la boca para afuera que no nos importa o nos da igual.

Perdonar, es ser amorosos, es tener una gran alma y sobre todo demostrar el grado de humildad que poseemos.

Acaso, no es exquisito, darse un apretado abrazo, un estrechón de manos o un dulce beso, sintiendo la calidez y el arrullo del perdón?

Sólo pensemos, en lo que nos hará más felices con nosotros mismos y con los que nos rodean; somos capaces de hacerlo...intentémoslo.


Agualuna


Frase: Probervia.net / Introducción: Psicología y espiritualidad / Desarrollo: Agualuna


jueves, abril 24, 2008



Un desgaste espiritual y físico: El sufrimiento
¿Cómo ayudar a sanarlo?


“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento"
(Víctor Frankl ;Psiquiatra y psicoterapeuta austriaco)

El sufrimiento es la emoción motivada por cualquier condición que someta a nuestro sistema nervioso al desgaste. El sufrimiento, como cualquier otra sensación, puede ser consciente o inconsciente. Cuando se manifiesta de forma consciente lo hace en forma de dolor y/o infelicidad, cuando es inconsciente se traduce en agotamiento y/o cansancio.


Muchas veces nos hemos sumergido en este pantano tan profundo sin poder salir, incluso en meses a la superficie, porque no nos dan las fuerzas o simplemente porque lo que pasó nos tocó tan hondo ,que la inercia de quedarnos en esos recuerdos y en ese sufrir, nos da en cierta manera “tranquilidad”.

Sin embargo hay que tener en cuenta ,que muchas veces por las distintas personalidades que poseemos , no somos capaces de salir por nuestros propios medios, incluso llegando a caer en fuertes depresiones que agudizan más el problema, por lo que ya tendremos que recurrir a medios más elaborados para lograrlo.

Bien de manera opuesta a lo que pensaríamos lógicamente, nadie tiene una receta para hacernos volver o que con sus consejos nos consuele a tal punto de olvidar todo rápidamente o incluso que nos de un manual para dejar de sentirnos así, no, sólo va a depender a conciencia de tres puntos fundamentales, que espero sirvan para todos los que en algún momento pasaron por este sentir y por los que calladamente lo están pasando.
Estos puntos son:

1-Tener la capacidad de darnos cuenta de que estamos sufriendo, o bien mirarnos en el espejo viéndonos detenidamente y lo que estamos sintiendo.

2-Optar por parar de sufrir, manteniéndonos como sea en esa actitud.

3-No poner resistencia, a esta idea de sanarse aceptando y expresando en forma consciente, estas heridas , haciendo lo que “corresponda hacer” , en cada momento.

A la vez ,podemos disponer de algunas herramientas que usadas correctamente nos ayudarán a desarrollar este arduo proceso.
Claro que también serán algunas mejores que otras y eso dependerá de la forma de ser de cada persona y el momento concreto con todo lo que involucra lo que estén pasando.

Pero para que resulte con éxito el proceso ,debe hacerse de esta manera y utilizando estas herramientas:

Poder identificar el sufrimiento, esta hace referencia a decir que cuando nos sentimos mal emocionalmente, es porque no podemos sentir la alegría y el amor en nuestro corazón.

También al identificar que nuestra mente y nuestro estado físico no andan como debieran , ya nos está señalando que algo malo hay , en donde podemos entrar a trabajar y sanar este estado.
Tampoco obsesionarnos con la búsqueda , sólo permitir naturalmente abrir un camino para poder entrar.

Al abrir cualquier camino que hayamos encontrado y lo comenzamos a investigar, vamos a ver que las emociones van organizadas naturalmente en capas, que iremos recorriendo desde la más externa a la más interna:
Por ejemplo: negación, aburrimiento , cansancio, fobia, intolerancia.
Dolor físico para enterrar este dolor emocional.
Resignación, autocastigo, autocrítica , culpa autoeliminación.
Miedo, dolor, herida emocional.

Para evitar caer en la negación , debemos descubrir 2 partes importantísimas en nosotros .como el Yo que Experimenta y el Yo que Observa.

El Yo que Observa es fundamental, pues es el punto de inicio para darnos cuenta qué realmente ocurre en nosotros, en nuestro entorno físico y también en nuestro cuerpo, nuestras emociones y pensamientos, para crear el escenario.
Este Yo Observador, se mantiene en un espacio interno aunque no lo creamos, de “armonía perpetua”, desde donde se puede ver tranquilamente la inarmonía “externa”.

Mientras más nos quedemos en el lugar del Observador, más sentiremos la armonía interna y viceversa.
En forma natural, siempre estamos moviéndonos en estados intermedios. Nos observamos pero igual nos identificamos con el Yo externo, en donde se encuentra el ego, los pensamientos, sensaciones físicas y emociones, mientras que el Observador, es una voz que nos guía internamente, nos apoya y nos ayuda a tomar conciencia de este sufrimiento emocional, es como decir concientemente si, estoy sufriendo.

De aquí sale el concepto de ”amarse uno mismo”, aunque dure un momento, pero no importa porque el haberlo ejercitado , ya deja abierta la ruta , para experimentarlo de nuevo y agrandar el camino.
De esto se desprende que a veces hay pequeños momentos en que “nos sanamos” y nos volvemos totalmente un Observador haciendo los mayores esfuerzos para dejar el sufrimiento, claro que cuando ya estamos dentro de esta situación oscura, sólo duran algunos lapsos.

Al mismo tiempo, se produce el proceso llamado iluminación, al menos básicamente, en el cual nuestro punto conciente se queda en el “lugar interno de armonía”, observando y comprendiendo “que no era todo tan grave y que se puede mejorar”

Pero todo esto dependerá solamente, si no nos resistimos a realizar este proceso y tomarlo con absoluta normalidad. Sólo así, podremos producir un cambio positivo.

Decidirnos a dejar el sufrimiento. Acá naturalmente se presentan obstáculos.
El sufrir es un mecanismo natural destinado a ayudarnos a sobrevivir e identificar lo que nos daña, por lo que cuando queremos desactivarlo, y utilizar la autoconciencia, aparecen mecanismos de protección, como el miedo que desean conservar este estado y promoverlo, pero en realidad este miedo es irreal o bien deducir que “sufrir nunca va estar justificado”

Estos mecanismos por estar tan adheridos, se transforman de a poco en autocastigos, que nos obligan a seguir en el sufrimiento, como por ejemplo, decir:
No puedo superar esto, nada está bien, no me merezco esto, estoy aburrido y cansado, no tengo tiempo, no lo podré soportar, no quiero dejar de sentirme así, no vale la pena , etc. un sin número más.
También hay mitos sociales que ayudan a estos reversos, como prejuicios en contra de algunos grupos sociales, peligro de leer ciertos libros, etc. , también tener como eslogan que “ al dejar de ser violentos y agresivos es señal de ser débiles” o bien auto convencerse de que “sufrir por amor es la manera más elevada de mostrar amor verdadero”.

Al pensar equivocadamente que el no ser agresivo es ser débil, tiene mucha relación con sentir odio hacia otro y al hacerlo no nos damos cuenta que también estamos sufriendo, porque nos hacemos más daño nosotros que a quien se lo proferimos.
Es un mecanismo de autodefensa que elegimos para no quedar indefensos , sin embargo cuando somos capaces de darnos cuenta que este nos lleva a sufrir, aunque lo neguemos, al liberarlo ,sentimos que el dolor que sentíamos desapareció y entramos a ser más conscientes de cómo ir alejando el sufrimiento.

Hay que renunciar a nuestra agresividad y no pensar que haciéndolo perdemos nuestra conciencia , sino que realmente es lo contrario, la encontramos.

Ahora, como otro aspecto interesante a considerar es el supuesto “sufrir por amor”, y esto tiene mucha relación a sentirlo cuando alguien cercano a nosotros está enfermo, en peligro o bien en el ámbito sentimental, nos piensan dejar, dando pie a sentirnos culpables de no haber estado o bien de no ver más allá por estar netamente preocupados por nosotros , y ahora surge una pregunta básica :
¿ El sufrir por la persona que queremos nos ayuda ? y ¿ en qué?
En realidad en nada, lo único que conseguimos es sentir más dolor y por ende aumentar nuestro sufrimiento.

La ausencia de amor es sufrimiento, por lo tanto si estamos sumergidos en el dolor, ¿ cómo prestaremos ayuda a otra persona a que no lo sienta?

Al sufrir por alguien, uno a pesar de que queramos ayudar, dará como resultado que esa persona se seguirá sintiendo mal, pues para dar hay que abrirse por entero a recibir, lo mismo en forma inversa, para recibir hay que abrirse a dar.
Ciertamente si nos ponemos mal , para que el otro se ponga bien, va a dar como resultado, negativo.

El ser humildes no significa estar más abajo que el otro, sino verlo como un igual.
Por lo mismo si alguien está sufriendo cerca de nosotros, lo primero que tenemos que hacer es dejar de sufrir y dejarnos llevar por nuestra paz interior y nuestra energía y así estaremos más despejados y encontrar armónicamente soluciones a conciencia para poder ayudarla.

Entonces en resumen, el sufrir nos ahoga , nos paraliza y nos aleja de la paz y del amor, por lo que tratemos en la medida que podamos tomar estas herramientas e incluirlas en nuestro botiquín de medicamentos.


Agualuna


Definición :Wikipedia / Frase: Proverbia.net

lunes, abril 14, 2008



Hacer todo lo bueno, sin mirar a quién lo hacemos

"Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible"
(Mahatma Gandhi)

Tan fácil para algunos y tan difícil para otros...


Nuestra naturaleza humana tan imperfecta, muchas veces nos hace actuar de una determinada manera, por quedar bien, por lograr algún reconocimiento, por hacer que nos miren como casi ídolos, por complacer a alguien que nos interese, etc., pero pocas veces meditamos en hacer algo bueno, sólo por hacerlo, sin esperar nada a cambio.

Si pensáramos muy a conciencia lo grato que es hacer obras buenas y dar lo que más podamos por entregar amor , sin esperar una alabanza o agradecimiento.

Sentir que con sólo una sonrisa, con sólo un pedazo de pan, con sólo una donación a una entidad o simplemente con escuchar a alguien que lo necesita, nos hará llenar de gozo el corazón, en vez de llenarnos de cosas superficiales, de seguro lo haríamos muy habitualmente como casi un rito de vida.

No buscar el reconocimiento ni el agradecimiento como propósito final de cada acción hacia otros, nos hace estar muy cerca de ser los humanos que siempre deberíamos de ser, y por qué no ir más allá aun y pensar que de esta manera estaríamos humildemente haciendo volver la luz al mundo?

Sin duda una gran tarea, aunque se vea pequeña, pero la grandeza está en esas pequeñas acciones, en el anonimato, en el silencio, en lo que nuestro corazón nos lleva a hacer desinteresadamente.

El cielo debidamente nos sabrá agradecer y llenarnos de mejoras en nuestra vida , por todo lo que dimos, pero su agradecimiento no tiene que ver con nada material, para los que piensan de esa manera, no!!! sino que su regalo será en nuestro espíritu, en lo que nos hace ser hijos de la creación.
Hay veces que aunque estemos al lado constantemente de las personas que nos necesitan , sentimos que ellas realmente siguen sintiéndose solas y que no logramos ayudarlas y eso nos produce un sentimiento de culpa, pues por más que hicimos no se sintieron comprendidas.

Es muy natural pasar por eso, yo lo he vivido también, pero más que culparnos nosotros, es tal vez, que esa persona no supo entender nuestras palabras por sus problemas que no la dejaron ver más allá y recibir una mano fraterna y un sabio consejo.

Muchas veces hasta nosotros mismos nos ha pasado que sumergidos en nuestras dificultades aunque hayan muchas personas a nuestro alrededor para escucharnos, cobijarnos y darnos una mano , no las vemos.

E incluso más, en vez de ver lo que estamos haciendo por ellas , nos tienden a criticar y a decirnos que jamás las comprenderemos.
Y no lo niego, es doloroso, pues lo único que queríamos era hacer un bien, pero lamentablemente hay personas que suelen sentirse que poseen la razón en todo y jamás se equivocan; es lamentable.

Sin embargo hay que seguir adelante, y no desmoralizarnos, porque se nos criticó o sentimos que lo que entregamos no surgió efecto, todo lo contrario, somos llamados a seguir adelante y continuar sin decaer, como sea haciendo el bien, no bajar nunca la bandera de la fe y la esperanza de un mañana mejor para todos los que nos necesitan.

No sólo pensar en nuestros padres, en nuestras familias, en amistades, en gente nuestra , no, todo lo contrario, con ellos siempre estaremos y ayudaremos de algún modo, pero los que no tienen a nadie, como un niño abandonado, como un anciano durmiendo en la calle, como esas personas que quedaron solas en el mundo porque ya no tienen familia, e incluso hasta un pobre animal herido ,enfermo o abandonado, también necesitan de nosotros y aunque algunos piensen que por ser animales no sienten nada, les digo que están completamente equivocados y la ignorancia se los está carcomiendo , pues los animales también sienten frío, hambre, dolor y el abandono humano ,aunque no puedan hablar , sólo con sus ojitos tristes , pero llenas de dulzura y humildad nos dicen todo.


Por ejemplo, sólo deténganse unos minutos a observar a una mascota de casa bien cuidada, sana, con su alimento y cariño de hogar ,cómo es su mirada ? ...vívida , alegre e incluso a veces hasta un poco gallarda y observen a un perro callejero, enfermo, sin comida y sin unos amos que lo quieran , cómo es su mirada?...triste, opaca y tímida , ávida de amor.
Así se darán cuenta que ellos también sienten y sufren.

Por eso estoy completamente convencida que donde haya necesidad, ahí debemos de estar; que a donde haya silencio y desesperanza , una palabra nuestra ayudará ; que donde el hambre arrase ,una taza de té caliente y un trozo de pan ayudarán mucho, no importando, raza, ni situación social, ni cultura, ni dialecto, ni especie; eso es hacer el bien sin importar a quién.

Se que a veces no será fácil por nuestros propios problemas, porque no estamos con la disponibilidad necesaria para “estar”, y lo entiendo muy bien , pues es de humanos, pero de algo si que estoy segura y es que cuando a nosotros nos toque necesitar de alguien, sin duda estará sin falta para ayudarnos , ya que desde el cielo Dios nos mira y también nos premia, y qué mejor regalo que ser comprendidos también?

Nos encontraremos con muchísimas personas en nuestras vidas que requerirán de nosotros, aunque no nos pidan directamente una mano. Así como también con personas que difícilmente saldrán de sus propios abismos hagamos lo que hagamos, para poder rescatarlos.

Ya en esos casos hicimos hasta lo imposible, pero no es porque hemos fallado, sino porque la realidad es simplemente, que esas personas ni por sí mismas y ni por la ayuda brindada se pondrán de pie nuevamente, porque se niegan a salir de su enjambre.

Pero a pesar de todo, nunca dejemos de plantar nuestra semillita de amor donde falte, estemos en donde estemos, pues nuestro premio vendrá del cielo. No esperemos un altar acá en la tierra, pues nuestro altar ya lo llevamos y está albo en nuestra alma y en nuestra conciencia.

Para sembrar amor en los demás , debemos primero cultivarlo en tierra fértil dentro de nosotros mismos y para cosecharlo de los demás, es porque en algún momento en ellos sembramos nuestra semilla, con sacrificio, con constancia, con fe, con paciencia, y sobre todas las cosas , con ganas de dar y entregar desinteresadamente todo lo que tenemos para dar.

El cielo, siempre se acordará de nosotros.

Agualuna

martes, abril 08, 2008


Una búsqueda eterna, pero maravillosa llamada Felicidad

"La felicidad es interior, no exterior; por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos"
Henry Van Dyke ( Escritor estadounidense)

Por muchas generaciones, el hombre ha buscado una felicidad permanente, quieta, que no se mueva, que permanezca eternamente a nuestro lado, casi amarrada a nosotros, pues si se suelta, sentimos que nuestra vida ya no tiene razón.

Realmente para mí, es una utopía, no porque no la podamos obtener, o vivir, sino porque la felicidad no es un trofeo que quisiéramos mostrar a todo el mundo permanentemente, pues sólo dependerá de cómo la logremos encontrar y mantener a nuestro lado. Es algo natural, que sólo existirá si queremos nosotros mismos que exista.

Algunos dicen que la felicidad es el dinero, autos, casas, viajes, etc. sin embargo , esa es una parte tal vez , que ayuda en ciertos casos a estar más cómodos , pero no más felices.
Según mi forma de pensar, si no somos capaces de llevar una vida en armonía con nuestra familia y todo nuestro entorno, jamás podremos ser felices de verdad.


Ella, se convierte en pétalos añejos que la vida va colocando en nuestras manos , para convertirla en una flor hermosa, siempre y cuando la vayamos regando y fertilizando.

Vivimos, permanentemente buscando una felicidad que no es real, que la fabricamos según nuestros intereses, que nos pasamos la mayor parte de nuestra vida mayormente soñándola, que viviéndola, sin darnos cuenta que está en lo que tenemos y no vemos.

Aparentar ser felices ante los demás, nos hace inmensamente infelices, sobre todo si la conducimos estúpidamente por nuestro status, por las apariencias, por el qué dirán, etc. y la sacamos fuera para mostrarla aparentemente perfecta, impecable, pero que en la realidad ,está totalmente amorfa, en un ambiente lleno de superficialidades.

No podemos mantenerla sujeta a nosotros, porque no siempre logra estabilidad, se mueve , avanza, se esconde; alertándonos de que algo está mal en nosotros , por lo mismo nos da sus señales, mas por lo ciegos que estamos muchas veces, no nos damos por enterados y nos amargamos al no encontrarla.

De lo que sí estamos muy atentos es en lo inverso, en el sufrir, en sentir angustia, en pensar en los problemas, en ver que la relación con la persona que amamos ya no es la misma,en sentir que ya nada vale, que todo es difícil y está muy lejano y por lo mismo, sentimos que la infelicidad es más duradera, que ella si se queda y se adueña de nosotros, de nuestra existencia y se aferra como una hiedra tratando de ahogarnos.

La felicidad en cambio,al pensar equivocadamente, es esquiva, efímera, momentánea; juega con nosotros y al final se escapa dejándonos en la más honda depresión.


Pues opino, que no es así, aunque no puedo negar que han habido muchas veces en que lo he pensado exactamente y he perdido toda esperanza de disfrutarla.

Sin embargo, he descubierto, que solamente en uno está la capacidad de ser felices, que nadie nos la regala , ni la vende , ni la produce, no!, pues si tenemos la capacidad de mirar a nuestro alrededor y disfrutarla sencillamente como viene; la voluntad segura de mantenerla con nosotros a través de una vida sencilla llena de valores y de mantener la fuerza y la fe en que tenemos derecho y somos capaces de vivirla constantemente y a diario ,a pesar de los problemas que son parte de la vida, lograremos entender que la felicidad , siempre ha estado ahí, a nuestro alcance y que no es necesario grandes sumas de dinero, ( como algunos piensan) , sacarse un premio millonario ,ni de grandes sacrificios, para poder sentirla dentro de nosotros.

Otro aspecto importante que pienso , tiene que ver con nuestra propia confianza en nosotros como personas.
A veces parecemos niños perdidos, buscando desesperadamente que alguien nos de seguridad, porque nosotros no hemos sido capaces por nuestros medios de lograrla.

Ser infeliz es muy fácil, tal vez todo lo malo, o todos los caminos que nos llevan a sentirnos así, son fáciles de recorrer, pues nos conducen a un abismo oscuro, tremendamente profundo y si estamos convencidos que estamos ubicados en esta posición de infelicidad porque así es nuestra "suerte", por más que tratemos de trepar y salir a la luz, volveremos a resbalar y a caer de nuevo más fuertemente al fondo , sin salida.


Por lo mismo, nadie nos ayudará, pues estamos convencidos a priori , por nuestra mentalidad pesimista en algunos casos, que nunca seremos felices, que estamos destinados al fracaso. Y de esta manera sólo nos quedará una única opción si queremos ascender y es que tendremos que entender que nuestra lucha para salir ,será sólo por medio de nosotros mismos.

Lamentablemente hay muchas personas que pasan por esto, y viven desesperados, metidos en su propio Yo. Sus almas se colorean de gris y la desconfianza va dirigida hacia todos , viendo la vida como una cárcel de lamentos eternos.

Como también, dejarnos caer en la inercia y quedarnos ahí inmóviles, esperando que llegue “un milagro” y nos devuelva la confianza en nosotros mismos ,en vez de seguir luchando para reencontrarnos con la felicidad, que según nuestras mentes atrofiadas , perdimos en alguna calle de la vida....Que fácil , no?

De seguro que a más de alguno, le habrá pasado de encontrarse en algún minuto en esta situación; es de humanos, por lo tanto es inevitable, es propio de nuestra naturaleza.

Debemos con mucha fuerza, que la tenemos, hacernos una imagen de nosotros mismos de ser seres seguros, equilibrados y resueltos. Confiar en que somos capaces de reflejar esa imagen desde adentro hacia fuera, partiendo por nuestro espíritu; que se note, no simulada, en la que mente y alma, estén sujetos de la mano y caminando hacia una misma dirección.


Tener la mente convencida de eso, ya es un logro inmenso.

Muchas veces tendemos a culpar a otros de no ser felices, de estancarnos, de no dejarnos ser, mas somos nosotros los únicos culpables, que no dominamos las situaciones y que no corregimos nuestra propia vida.

La mente mueve montañas, por lo que es casi una “obligación” cambiar nuestra forma de pensar, no es fácil, claro que no, y lo digo por experiencia, pero si no lo intentamos con todo el esfuerzo posible, nuestra mente se agrietará y ya después con los años, será imposible cerrar lo abierto y pensar en positivo.


La palabra “no”, que nos dice, “no puedo”, “no soy capaz”, “no lo merezco” ,debe ser sacada de nuestra boca y ser tirada a la basura.

Y sólo pensar que soy capaz de seguir adelante con la cabeza en alto, disfrutando de lo que nos encontramos a cada paso; decididos.



“Se puede cuando se cree que se puede”, es decir, cuando la fe manda, sin embargo debido a nuestra naturaleza y a lo que invade nuestro espíritu, no anhelemos tener una felicidad siempre ahí, estática, tranquila , casi adherida y sin intervalos, sino que tratemos de cultivarla siempre, luchando, creyendo en nosotros, en nuestras capacidades, no fijándonos en lo que el otro tiene, o es; no preguntándonos por qué el otro se ve tan feliz y yo no, para así conservarla naturalmente.


Sólo entendamos que la felicidad es libertad y está en donde miremos, en la naturaleza, en nuestra familia, en los hijos si es que hay, en la persona que elegimos para seguir juntos un camino en común.


En esa energía invisible,que nos hace ponernos de pié cada día, pero por sobre todo en las cosas simples que la vida nos regala, teniendo muy en cuenta también que si somos capaces de aguantar tormentas, indiferencias, egoísmos , de no caer en la ambición, ni en ningún sentimiento oscuro, basando nuestra vida en la humildad, en la gratitud, en la confianza, en la solidaridad, en las emociones, en la fe, en la oración, en el perdón , en el amor a nosotros mismos, a nuestros pares, a las personas que queremos , a la vida misma y a Dios, seremos capaces indiscutiblemente de ser felices y de disfrutar constantemente este regalo, tan escurridizo a veces, llamado felicidad.

Claro está que si entendemos su esencia ,seremos libres en cuerpo y alma , y a través de esa libertad iremos creciendo, iremos amando, iremos desarrollándonos, iremos proyectándonos , iremos instruyéndonos de la vida , iremos conociéndonos y ante todo aprendiendo a “ser”.

"La felicidad se inicia en nosotros, en la forma de ver, de sentir y de vivir la vida...en nadie más".


Agualuna