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viernes, agosto 28, 2009

Lo pequeño como camino a la grandeza



¿Me preguntas por qué compro arroz y flores? Compro arroz para vivir y flores para tener algo por lo que vivir.
Confucio ( Filósofo chino)


Poseemos dos ojos y dos oídos, con los cuales en infinidad de veces, no ocupamos como deberìamos; no vemos ni oímos por el estremecedor ruido que llevamos dentro y el que nos rodea. Por tantas obligaciones y urgencias.

Detener el tiempo y hacernos un espacio, no sería malo para estar presentes, observar en detalle, escuchar y contemplar con placidez.
Tomar el aroma y tocar esa red de elementos “invisibles” de situaciones tan sencillas, que le dan sabor, que sujetan a la vida...a nuestra vida.

Lo que pasa desapercibido delante de nosotros, lo que queda hacia atrás del closet.
Los prismas de la luz, sus colores reflejados en la esfera del día.
Esa brisa que amasa nuestra piel, hasta el sabor que tiene el agua; infaltable elixir.

Solamente, con un ejercicio diario de enfocarnos en lo más simple y pequeño, encontraremos la llave para abrir ese portal. Ahí en donde la mente se tranquiliza y el corazón alcanza el remanso.

No es tan difícil darnos este placer de atender y valorar las cosas más sutiles y más cotidianas. No tenemos que buscar mucho.
De esta manera, descubriríamos en ellas claves vitales. Esas llaves para abrir las puertas que hemos visto cerradas a la tranquilidad y observar los umbrales que nos conducirían al encanto, al gozo, a diseminar sentimientos, a encontrar el sentido de lo que vivimos, a la fortaleza y por supuesto a nuestra plenitud como ser en la tierra y como alma única.

En el momento en que todo se nos oscurece y ya nada nos motiva, hasta la sutil caída de un pétalo de una flor, puede lograr un cambio en nuestro día, aunque suene para algunos tan fácil y lindo, o tan poco tangible, pero por mi experiencia, les digo que no es así.

Un apretón de manos, una sonrisa sincera, una mirada serena, pueden llegar a salvar a un ser perdido en el desamor y en la falta de ilusiones.

Disfrutar al pisar las hojas acumuladas en un parque, jugar con un chiquito sintiéndonos un poco niños.
Botar todas las lágrimas que deseamos botar.
Purificar el corazón buscando el silencio.
Contemplar la hierba como baila con el viento, abrir puertas a los misterios de la existencia, pueden lograr que hallemos el arrullo de lo divino.

Nos pasamos buscando algo extraordinario que nos haga sentir mejor y olvidar nuestras miserias, y no nos damos cuenta que eso extraordinario, está en todo lo que nos rodea, adheriéndose como humedad a nuestra piel.

Silenciar los ruidos, encontrar la fuente de la juventud, encontrar respuestas al dolor, e infinidad de otras cosas para "mejorarnos" y por ende, vivir plenamente, siempre estuvieron más cerca de lo que imaginamos; a nuestro lado, si! Nunca se movieron de nuestro entorno, pero no los vimos.

Por lo que nunca precisaron ser buscados. Perdimos el tiempo, ya que en cada voz que nos habla, en cada piedra, en el silencio, en el oxígeno que respiramos día a día, estuvieron y están las cosas que verdaderamente necesitamos.

Nuestro mayor viaje, no es volar por el espacio de lugar en lugar, de páramo en páramo, de corazón en corazón, de vivencia en vivencia, sino adentrarnos en él, en este preciso momento, en lo leve, en lo sutil a lo aparentemente microscópico e insignificante...ahí está la gran transformación de la vida.

Los excesos, el ritmo precipitado de vida, la competencia poco sana, el gusto por las emociones fuertes, el hacer y tener más y más dinero y especies.

El perder el valor de la sencillez, hasta la pérdida de cierta inocencia que debemos resguardar en nuestro corazón, son los motivos desencadenantes que provocan el cierre de esas puertas y no poder conectarnos con la experiencia del alma.

Y ahora me pregunto: ¿ para qué anhelar tantas cosas vanas, si finalmente cuando tengamos que partir de acá, sólo nos llevaremos, nuestra alma, ni siquiera nuestros huesos?

Es importante pensarlo...

Sin embrago, todavía hay tiempo de detenerse para aquellos que corren tras esas “metas”, en la carrera de la vida y lograr caminar pausadamente para juntar fuerzas y luchar por lo que nutre la esencia.
“Habiendo vida , todo se puede”.

Todo lo valioso es sencillo...
Un grano de trigo màs otros, nos dan el pan de cada día.
Las hojas de los árboles, nos regalan el oxígeno.
La cruz de madera ensangrentada, nos hizo volver a la vida.

Entonces pensemos: ¿Cuál es el camino que nos llevará a lo esencial?

Muchos de nosotros ante la imposibilidad de entrar en contacto con el agua de vida, nos transformamos hasta en energúmenos en ocasiones; es fuerte pero, ocurre.

Nos volvemos astutos, escépticos, pensando que seremos vulnerables y poco inteligentes al tratar de intuir en nuestra vida algo más allá de las imágenes materiales; algo más allá de la presencia intangible que hace su nido detrás de cada ser.

La sencillez nos vestirá de grandeza, pero una grandeza de espíritu.
Nos llevará a valorar la inmensidad de lo pequeño que es con toda certeza lo esencial para vivir una real y hermosa vida.



Agualuna

Frase: Proverbia.net / Desarrollo: Agualuna / Imagen: Web



miércoles, agosto 19, 2009

Soledad y auto-exilio: ¿Sufrimientos necesarios?




“La soledad se admira y desea cuando no se sufre, pero la necesidad humana de compartir cosas es evidente”.
Carmen Martín Gaite ( Novelista española)



En este agitado mundo, en donde las tecnologías y comunicaciones, van avanzando a pasos enormes diariamente, aparece contradictoriamente un mal de que ha crecido mucho en este siglo, el llamado mal de la Soledad.

Según algunos, sentir soledad es bueno, porque hace alejarse un rato de todo lo que nos incomoda, asfixia o bien por el sólo hecho de que nadie nos moleste. Como también necesitar estar un rato con nosotros mismos, que es muy necesario para cualquier persona.

Pero, ¿qué pasa cuando de una supuesta sensación de aislamiento, se transforma en algo del diario vivir y nos aleja enormemente de las personas, de los afectos y del mundo?

Es como vivir un autismo que muchas veces, no es decidido por uno mismo, sino porque una carencia lo provoca.

Soledad, es un sentirse aislado o desamparado invadiendo el ánimo de la persona , aún estando acompañada o no, provocando mucha angustia y un sentir de ausencia total.
En muchos casos es por alguna circunstancia que se ha vivido, pero en otros persiste en donde la incomunicación y la carencia de apoyo afectivo son los ejes, y es aquí lo complicado.

Instintivamente, nos lleva a la finalidad de estar solos y aunque se posean muchas capacidades de origen intelectual, artística o creativa realizando proyectos exitosos, persiste la necesidad de comunicarse , provocando molestia en la persona, porque no desaparece...no lo logra.

Creo que más de alguna vez nos ha pasado que nos sentimos solos , e incluso estando acompañados, sintiéndonos incomprendidos y casi extraviados en el anonimato más frío.

Y,¿ por qué pasa esto?

Según expertos, sentir estas sensaciones, es debido a la falta de comunicación con las demás personas y también porque las relaciones sociales no nos satisfacen, llevando a momentos sumamente críticos e indeseables, generando con ellos sentimientos muy iguales a una depresión o ansiedad, ya que la persona vive nerviosa, con falta de vitalidad, desesperación e incluso se siente un “vacío interno” muy grande.

En este caso, el concepto de soledad, es reflejo de redes sociales pobres, en donde hay pocas amistades y más aún, no nos satisfacen o bien son de rasgos y esencias superficiales.

Este tipo de soledad que obviamente es destructiva para cualquiera de nosotros tiende a presentarse de dos formas:

-La que es emocional, donde hay una ausencia marcada de un vínculo con otra persona, ya sea amigo, pareja, etc. que provoque un gusto por la vida y sentirse seguro.

-La segunda, hace referencia al aspecto social, en donde no nos sentimos integrados a un grupo de personas con las que podamos compartir preocupaciones, intereses, gustos, y un sin fin de cosas.

Es bueno aclarar que “soledad”, es diferente al “aislamiento social”, pues èste, hace que nos alejemos de nuestros semejantes, no queremos estar cerca de la gente. Nos molesta, nos estorba. Nos colocamos hoscos y amargados porque lo decidimos así.

En cambio la soledad, nos incapacita a mostrar nuestros sentimientos, opiniones, ideas, etc. Es decir, no evadimos a las personas, sino que no se da la convivencia.

Hay muchas personas lamentablemente, así en el mundo y por lo mismo a veces llegan hasta el suicidio porque sienten que no están para este mundo...no soportan estar solos.

Cuando perdemos a alguien de nuestra vida, es irreemplazable, pero no por eso irreparable; todo tiene su solución aunque a veces nos cueste mucho, por lo mismo debemos permitirnos sentir la tristeza, pero a la vez, tratar de superarla confiando en nosotros, aumentando nuestra autoestima para establecer nuevas relaciones, para ir cubriendo de a poco esa falta de amor que padecemos.

A pesar de que nos cueste, debemos concientizarnos que la vida siempre va a ir cambiando, mostrândonos situaciones nuevas y que al no estar determinada persona ya con nosotros, no implica que le cerremos la puerta al mundo y a todo tipo de relaciones personales.

Tal vez, si logramos separar un concepto del otro y aceptar que aunque muchas veces la soledad es muy dolorosa, podremos aprender que el sufrimiento también nos hace crecer, que hay que vivirlo y luego abrirnos a transitar por la vida.

Demás está comprender, que no todas las personas somos iguales en la forma en que tomamos las cosas, pero también debemos ver el otro lado de la moneda; ese que nos hará entender que aunque las cosas tristes tienen que pasar por si o por no, porque no todo es un mar de miel, nos posibilitará el disfrutar plenamente lo que sigue mañana.

A manera muy personal, si cada uno pudiera abrirse un poco y darse a los demás sin miedo al rechazo, creo que no habría tanta gente sola en el mundo, buscando afecto o compañìa, pues al final, todos dependemos de todos, queramos o no.

Nadie podría vivir toda su vida, en una isla desierta.


Agualuna

Frase: Proverbia .net / Desarrollo: Agualuna / Imagen: Web


sábado, agosto 08, 2009

Esperanza


"En el corazón de todos los inviernos vive una primavera palpitante, y detrás de cada noche, viene una aurora sonriente".
Khalil Gibran


La esperanza no es fingir que no existen los problemas.
Es la confianza de saber que estos no son eternos, que las heridas curarán y las dificultades se superarán.

Es tener fe, es una fuente de fortaleza y renovación en nuestro interior, que nos guiará desde la oscuridad hacia la luz.

Cuando el amor de nuestra vida no nos quiere, cuando la llamada que esperamos nunca llega, cuando no conseguimos el trabajo que deseamos, cuando no recibimos la invitación que esperábamos; el mensaje no es que no lo merezcamos, el mensaje no es que no somos importantes...el mensaje es que merecemos algo mejor, por eso no ocurrió.

Es totalmente normal que se nos pasen pensamientos desalentadores como humanos que somos, pues la ansiedad nos hace querer las cosas, ya! E incluso a nuestra manera, casi egoístamente.
Y muchas veces nuestro subconsciente es el que actúa, dando paso a esta actitud, que no deseamos.

Por esto, cada vez que sintamos decepción por no recibir lo que queremos o esperamos, no lo veamos como rechazo o mala suerte... simplemente pensemos con los pies en la tierra, y demos vuelta la situación al lado más no al lado menos.

Veámoslo como preludio a que es una tremenda oportunidad para algo mucho mejor de lo que ansiábamos.

La vida se conforma de miles de momentos, vividos de mil maneras diferentes.

Algunos buscamos amor, paz, armonía. Otros éxitos que sean reconocidos, riquezas, un buen pasar, etc. Otros, sobrevivimos día a día.

Pero no hay momentos más plenos que aquellos en los cuales descubrimos que la vida, con sus alegrías, sacrificios, esperas y sus penas, debe ser vivida día a día para crecer y madurar.
Para ver el futuro que nos tocará vivir, con otros ojos: con los ojos de la esperanza.

Más plenos que aquél en él está el conocimiento que nos otorga la verdad más maravillosa.

Aunque vivamos en una mansión llena de lujos, rodeados de gente que nos atienda ; o luchemos de mes en mes para pagar el lugar en donde vivimos, las cuentas y tantas otras cosas más, tenemos el poder de estar totalmente satisfechos y vivir una vida con verdadero significado.

Día a día tenemos ese poder, gozando cada momento y regocijándonos con cada sueño. Porque cada día es nuevo, flamante, y podemos empezar de nuevo y realizar todos nuestras metas aunque sea con kilos de esfuerzos.

Por el sólo hecho de estar vivos!

Cada día es nuevo, si!!!, y si lo vivimos plenamente, podremos realmente gozar de la vida y vivirla en plenitud.

No perdamos nunca la esperanza de esforzarnos, de lograr mejores cosas y de ser
mejores personas tanto para nosotros mismos como para dar y ayudar a los demás.

Introducciòn: Proverbia.net / Desarrollo: Agualuna / Fotografìa: Web

Agualuna

(Les dejo este regalo con todo cariño, para quièn desee, se lo lleve a su casa.)