Por lo mismo que nos enamoramos, nos separamos

"La tristeza de la separación y de la muerte es el más grande de los engaños"

Mahatma Gandhi

Cuando nos fijamos en alguien, generalmente tratamos de buscar que tenga algunas cosas distintas a nosotros, por qué será? Será porque lo que es diferente, atrae, fascina?
Sin embargo ,¿qué pasa después de un tiempo de conocerse ?
Queremos que sea parecido a nosotros o casi igual.

Según estudios psicológicos, dan como resultado que las personas se separan, por la misma razón de la que en un momento se enamoraron; que extraño suena y que contradictorio, no?
Pero a pesar de que parezca algo casi cómico y contradictorio, se da.

Nuestra tendencia como humanos, en una relación de pareja, hace que generalmente tengamos ganas de cambiar las cosas que nos tendieron a enamorar de nuestra pareja, a nuestro modo, por ejemplo:
Esa talla de rebelde, la que después deseamos que sea más “domable”.
Esa actitud de seducción que nos cautivó , después sentimos que puede ser hasta “peligrosa” .
Esa sobre protección con la cual nos sentimos seguros, queridos , protegidos y que más tarde nos hace sentir como que “nos ahoga”.

Y así , muchísimas más .
Variadas conductas que vimos tan virtuosas en la etapa de la conquista y después en la del enamoramiento, pero que con el paso del tiempo , vemos como defectos, a medida que “la anestesia del romance” , va desapareciendo; que ironía.

He leído bastante sobre esto, pues este tema siempre me ha inquietado, sobre todo en estos nuevos tiempos en que vivimos, pues si miramos la época de nuestros padres, nos daremos cuenta que no era así, que se trataba de mantener unida a la pareja a como fuera.
Tal vez, sería porque la mujer cumplía un papel muy pasivo en la relación, sobre todo en la crianza de los hijos, por mientras que el padre llevaba el sustento, por lo mismo, siendo el hombre el que disponía de muchas cosas en el hogar ; porque había más paciencia y tolerancia, o simplemente porque una ruptura, era mal vista en una sociedad en donde la unión de dos personas, era considerado como algo muy sagrado.

Al contrario de hoy en donde veo como cada día tantas parejas se casan o bien inician una vida juntos tan” enamorados” y ya después de incluso, un corto tiempo, terminan por alejarse, y/o llegar al divorcio.

Por lo mismo, en mi constante interés por indagar sobre este tema, puedo decir que según la respuesta de la psicología, siempre estamos predispuestos a quedarnos con lo que se nos opone, pues nos complementa, sin embargo cuando llegamos al momento de estar tranquilos, en la intimidad del hogar, por ejemplo, en donde aflora la convivencia , la cotidianeidad , cuando ya no idealizamos, sino que se empieza a ver al otro tal cual es, se inician los problemas.

¿Es acaso el amor, una ilusión óptica que encandila nuestros ojos, en dónde sólo vemos lo bello o lo que queremos ver , sobre todo al inicio?
Y tal vez nuestro propio egoísmo o caprichos, con el tiempo de conocer a nuestra pareja, queremos cambiar lo que no nos gusta?

En cuanto a los consejos que dan los terapeutas, para revertir un inminente fracaso, es como se diría entrar a “negociar”, para mejorar la calidad de la relación.
Pero hay que tener muy en cuenta que si lo que se quiere negociar ,o ceder, está ligado íntimamente con la esencia de cada uno, entonces nos daremos cuenta que no es amor, es sólo una ilusión, pues querremos cambiar la esencia del otro, y eso es egoísta y nunca debe de ser, cada uno es tal como es.
¿Podemos pensar, cambiar por amor? y...¿hasta dónde? ¿cuáles serán los límites?

Sin embargo, si pensamos bien y consideramos que un cambio, sería bueno para mejorar lo que está malo en la pareja, sin duda es un signo de inteligencia muy grande., siempre y cuando no entremos a la naturaleza propia del ser que amamos.

Considerando también que nuestra personalidad, se ha ido moldeando a través de la vida, a las experiencias vividas, a las circunstancias buenas y malas, no viene hecha, pero tampoco puede quedar libremente dispuesta a ser “manejada” por el otro.
Creo que para lograr una buena convivencia y una relación duradera , en donde prime el metro cuadrado de cada uno y no se trate de alterar, creando una personalidad dinámica y flexible, también ayudarán a reforzar la propia identidad, a sentirnos seguros con nuestra manera de ser y de lo que pensamos.

Por lo mismo, hará más fácil el corregirnos cuando veamos que nos estamos apartando del camino trazado con nuestra pareja.

Ninguno de los dos, debe cambiar su forma de ser por el otro, sino a favor de uno mismo , de la relación y del proyecto que se ha trazado juntos.
Debemos de ser libres en saber cabalmente donde queremos ir , no amarrados, y quizás ésta sea la única forma y la más importante , pues podremos tomar libremente, cualquier camino, si cuyo fin es llegar al umbral en donde está el ser que tanto amamos.

Lo importante es ser cada uno como somos, con defectos y virtudes, saber aceptarnos por medio del amor y así evitar muy conscientemente un quiebre definitivo.

Dejar ser, es amar verdaderamente.

Agualuna

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